El anuncio del Día de la Liberación
Si es cierto que te has quedado sin ropa limpia, igual deberías empezar a organizar mejor tus coladas.
Todos querríamos utilizar esta excusa de vez en cuando. ¿A quién no le apetece quedarse en la cama en invierno?
Y ahora tienes que esperar a los del seguro y, obviamente, ¡a que alguien venga a por la vaca!
Algo que sin duda puede pasar de forma totalmente accidental, igual que tropezar y caer de bruces en una playa paradisíaca de camino a la oficina. ¡Qué cosas!
Nunca subestimes el mal humor de una gallina. ¡Menos mal que estabas cerca para salvar a tu madre!
¿Quién se atrevería a entrar en el coche ante semejante situación?
Son cosas que pasan, pero no cuando tienes que ir a trabajar al día siguiente.
¿A quién no le ha pasado esto alguna vez?
Se enteró de que le estabas siendo infiel y decidió tirar todas tus cosas, igual que en las películas. ¡Claramente, no puedes dejar tus pertenencias en la basura!
¿Cómo de enredado tenías el pelo y con cuánta fuerza te lo estabas cepillando? ¡Ay!
Todos sabemos lo grave e incapacitante que es darse un golpe en el dedo meñique contra una esquina...
Puede ser que te hayas metido en algún lío, ¿pero por qué iban a querer pegarte justo cuando tienes que ir al trabajo?
No poder sacar los dedos de la bola justo cuando crees que va a hacer pleno es una sensación terrible, sin duda.
Si el universo te dice que no vayas al trabajo, harías bien en hacerle caso. Sobre todo si el mensaje lo recibes a través de una vidente...
Si es un extraño, ¿por qué está durmiendo en tu sofá? Menudo misterio...
Nadie se explica cómo has podido coger el teléfono para avisar de que no ibas a trabajar...
Las prioridades son las prioridades. ¿Cómo vas a ir al trabajo sin darle el desayuno a tu amigo peludo?
Sí, se llama alcohol. Y lo que te pasa es que tienes resaca.
¿Cómo vas a ir al trabajo con un pájaro revoloteando por casa? ¡Ni hablar!
Si estás inconsciente, es imposible oír la alarma. Las cosas como son...
Lo habitual es que las mascotas se coman la comida de sus dueños y no al revés, pero todo puede ser...
Ir al trabajo no es compatible con someter tu casa a un exorcismo, lo entendemos.
Y ahora te da miedo dejarlo solo, claro. Lo sentimos, pero no cuela.
Los zorros son conocidos por su manía de robar llaves, sobre todo mientras los demás duermen.
Puede que acabes despedido, pero oye, ¡la salud es siempre lo primero!
¡Esperemos que tu jefe sea lo suficientemente inocente como para tragarse esta excusa!
No todos llevan bien perder al Wii Sports... Espera, ¿qué hacías jugando a la consola si tenías que estar yendo a la oficina?
A veces, la honestidad no es bienvenida. Pero si tu trabajo de verdad te pone de mal humor, igual deberías buscarte otro.
Fuentes: (Reader's Digest) (Forbes) (Insider) (Coburg Banks)
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ESTILO DE VIDA Curiosidades
Ir al trabajo cuando uno no se encuentra bien no es buena idea. No es bueno para ti, ni para tu jefe ni para tus compañeros. Pero en ocasiones, por una razón u otra, la gente dice que no puede ir al trabajo por motivos de lo más extraños. Algunos son creativos y otros absolutamente desternillantes. Si quieres saber cuáles son, ¡sigue leyendo!