El primer motivo (y probablemente el más obvio) por el que la cafeína puede no surtir efecto es la falta de descanso. De hecho, los estudios demuestran que esta no mejora el estado de alerta si solo duermes cinco horas durante tres días seguidos.
Esto se debe a que cuando estamos despiertos nuestro cuerpo produce un químico llamado adenosina que hace que nos sintamos cansados y que le pide descanso al cerebro.
La cafeína puede bloquear este mensaje de forma temporal, pero lo único que nos da a cambio es una falsa sensación de alerta. La adenosina seguirá acumulándose hasta que acabe por apoderarse de nosotros.
También puedes tener genes que mitiguen el efecto de la cafeína. De hecho, los estudios demuestran que una variación en los receptores de adenosina puede impedir que la cafeína cumpla su función.
Si tu cuerpo la metaboliza especialmente rápido, puede que no sientas demasiado el efecto porque básicamente no la retienes durante mucho tiempo.
Otra razón por la que puede que no notes demasiado la cafeína es porque has desarrollado resistencia a ella. Esto puede ocurrir si consumes mucho café al día.
Ten en cuenta que podrías estar consumiendo más cafeína de la que crees. Los productos como el chocolate, la soda o el kombucha también contiene cafeína.
Cuanto más café bebas, más necesitarás ir al baño. Y cuando más vayas al baño, más deshidratado estarás.
La deshidratación puede hacer que tengas más sueño y cansancio de lo habitual, así que asegúrate de beber suficiente agua también.
También puede ser que simplemente no estés tomando suficiente cafeína. Esto suele ocurrir cuando descansas bien por las noches y al día siguiente no notas el efecto de una sola taza de té o café.
La cantidad de cafeína que necesites para sentirte espabilado y con energía dependerá de tu peso, edad, género y genética.
Si sientes que la cafeína no surte ningún efecto después de comer, puede que se deba a la somnolencia posprandial (es decir, a la modorra).
Además de afectar al sueño, la cafeína resetea el ritmo circadiano del cuerpo, es decir, el reloj biológico que te dice cuándo tienes que estar despierto o dormido.
Si no duermes lo suficiente y tomas cafeína, es normal que experimentes bajones de energía a lo largo del día (sobre todo después de comer).
Por último, si tomas medicamentos con regularidad, puede que estos influyan en tu respuesta a la cafeína.
Hay algunos medicamentos que ralentizan la absorción y metabolización de la cafeína, lo que significa que esta puede no surtir tanto efecto.
No todos interfieren por igual, pero los estudios demuestran que los medicamentos que más afectan a la absorción de la cafeína son los antidepresivos y los que se usan para tratar la diabetes y la hipertensión (entre otros).
Si la cafeína no te hace efecto y estás buscando otras formas de espabilarte por las mañanas, estás de enhorabuena: ¡hay muchas opciones!
Lo mejor es hacer deporte antes de empezar a trabajar. Pasear durante veinte minutos ya es más que suficiente para aumentar las pulsaciones y hacer que te sientas más alerta.
Comer los alimentos adecuados también es una buena forma de mantenerte despierto a lo largo del día. Para una energía de liberación lenta, apuesta por los ricos en fibra y proteína.
Si lo que buscas es un subidón de energía, hazte con un tentempié rico en carbohidratos. Si estás extremadamente cansado, los plátanos, la calabaza y los cítricos son tus mejores aliados.
Si tienes la suerte de vivir en un lugar donde el sol no brilla por su ausencia, aprovéchalo. Exponerte a la luz solar durante tan solo unos minutos te ayudará a aumentar tus niveles de energía de forma natural.
Si trabajas en casa o en una oficina, intenta ponerte cerca de la ventana. La luz natural también viene de maravilla para mejorar el estado de ánimo y la concentración.
Si te interesan los suplementos vitamínicos, hay varios que pueden ayudarte a mejorar tus niveles de energía. El ginseng, la rhodiola y la ashwagandha son opciones sin cafeína que puedes encontrar en polvo o en comprimidos.
Tomar este tipo de suplementos puede ayudarte a reducir la fatiga, gestionar el estrés y mejorar tus niveles de energía en general.
Por último, puede que te interese probar la aromaterapia para estimular los sentidos. El aceite de menta, jengibre y eucalipto son buenas opciones.
Fuentes: (WikiHow)
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Una vez que tu cuerpo se acostumbra a una cierta dosis diaria de cafeína, necesitará más para poder sentir el efecto.
Ten en cuenta que la dosis diaria máxima recomendada es de 400 mg, lo que significa que puedes tomar entre cuatro y cinco tazas de café al día.
¿Alguna vez te has preguntado por qué sigues con sueño después de tomarte cinco tazas de café? ¿O por qué puedes beber diez tazas de té negro y aun así seguir bostezando? Puede haber varios motivos por los que la cafeína no te funciona, algunos genéticos y otros adquiridos. También hay muchas cosas que puedes hacer si esto te ocurre y estás buscando formas de aumentar tus niveles de energía por las mañanas o las tardes. Si tienes curiosidad, sigue leyendo para entender por qué la cafeína puede no hacerte efecto y qué remedios existen. ¡Adelante!
¿Inmune a la cafeína? Esta podría ser la razón
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