Justo antes del amanecer del 25 de febrero de 1922, un hombre conocido como el Barba Azul de Gambais moría ejecutado en la guillotina a las puertas de la prisión Saint-Pierre de Versalles, cerca de París.
Su decapitación fue la primera en fotografiarse de la historia y puso el punto final a la vida de uno de los asesinos en serie más famosos de Francia. ¿Pero por qué se le llamaba el Barba Azul de Gambais? Para obtener la respuesta, necesitamos remontarnos al siglo XVII para conocer a un escritor llamado Charles Perrault.
En 1697 se publicó Histoires ou contes du temps passé, una colección de cuentos de hadas escritos por Charles Perrault. En español se los conoce como los Cuentos de Mamá Ganso.
Entre las historias encontramos las versiones de Perrault de algunos clásicos como La bella durmiente, Caperucita roja o El gato con botas. Sin embargo, la colección también contiene una historia mucho más siniestra y sombría sobre un noble pudiente llamado Barba Azul.
Barba Azul, apodado así por el color de su vello facial, es un mujeriego con todas las letras. Tuvo seis mujeres y todas desaparecieron misteriosamente.
En busca de su séptima esposa, Barba Azul visita a su vecino y se las apaña para conquistar a su hija más joven tirando de encanto y carisma.
La joven se va al campo a vivir con Barba Azul en un opulento castillo.
Una mañana, Barba Azul le dice que tiene que ausentarse por negocios y le da las llaves del castillo.
Las llaves abren todas las puertas del castillo. A pesar de haber riquezas por doquier, Barba Azul le prohíbe expresamente bajar al sótano, donde se supone que hay una puerta que da acceso a una cámara subterránea secreta.
Con su esposo fuera, la joven decide invitar a su hermana, amigos y primos a una fiesta. Mientras ellas hurgan en los cofres de Barba Azul en busca de oro y plata, su mujer siente la tentación de descubrir qué hay dentro de la cámara prohibida.
Baja a hurtadillas, abre la puerta y se encuentra con los cuerpos sin vida de las seis esposas anteriores en una estancia salpicada de sangre.
Del susto, decide marcharse a toda prisa, pero al cerrar la puerta mancha la llave de sangre.
Cuando Barba Azul regresa, se encuentra la llave manchada de sangre y la amenaza de muerte. Alertados por los gritos, sus primos desenvainan y cargan contra el asesino.
Con Barba Azul muerto, su viuda hereda toda su riqueza y el castillo. Entierra a las seis mujeres asesinadas e intenta rehacer su vida tras la terrible experiencia.
En 1919, 222 años más tarde, Henri Désiré Landru es arrestado en París bajo sospecha de asesinato.
Landru, un estafador convicto que actuó con diferentes alias en la capital francesa durante la Primera Guerra Mundial, es sospechoso de ser un asesino en serie. Su nombre se vincula a la desaparición de por lo menos nueve mujeres. También se cree que es el responsable de la muerte del hijo de una de ellas. El problema está en que nadie encuentra los cuerpos.
A Landru, casado y con hijos mayores en el momento de la detención, se le acusa de haber asesinado a 10 mujeres y a un varón, siendo que el nombre de otra víctima se añadió a la lista cuando él ya estaba detenido. El juicio empezó el 21 de noviembre de 1921.
El juicio se convierte en toda una sensación mediática. Tras confirmarse que probablemente asesinó a por lo menos siete personas en su villa, situada cerca de Gambais, los periódicos pasan a apodarlo el Barba Azul de Gambais en una clara referencia al personaje de Perrault y al espeso vello facial de Landru, que en realidad era de un color cobrizo.
En la foto se puede ver Villa Tric, el hogar de Landru en Gambais. Ahí fue donde asesinó a siete mujeres entre diciembre de 1915 y enero de 1919, estableciendo otro claro paralelismo con el castillo de Barba Azul. Durante el juicio, su residencia se convirtió en una atracción turística. La propiedad sigue en pie y hoy en día es una residencia privada.
Landru defiende su inocencia durante todo el juicio, pero cada vez van saliendo a flote más pruebas de sus crímenes.
La policía registra una propiedad en Vernouillet, al noroeste de París, que Landru alquiló entre diciembre de 1914 y agosto de 1915. Se cree que ahí fue donde asesinó a su primera víctima, Jeanne Cuchet, y al hijo de esta.
Jeanne Cuchet había huido con Landru después de que este hubiese estafado a decenas de personas con enormes sumas de dinero. El hijo de Cuchet estaba con ellos. La policía sospechó que el conocimiento de ella sobre la estafa fue lo que hizo que Landru decidiese matarlos a ambos.
Sin embargo, quedaba una pregunta en el aire: ¿cómo se deshizo de los cuerpos? La terrible verdad salió a la luz cuando se descubrió un horno en la villa. La fiscalía alegó que lo había usado para quemar los restos de las víctimas. Este se exhibió y fotografió durante el juicio.
En otro paralelismo con el cuento de Barba Azul, Fernande Segret, la prometida de Landru, ayudó a sellar su destino alegando que este había intentado envenenarla en dos ocasiones. Su testimonio se consideró válido.
La madre de una de las víctimas (Andrée Babelay, de 19 años), dijo que su hija había pasado algún tiempo con Landru en Gambais y que el último en verla con vida fue un guardabosques local mientras esta aprendía a montar en bicicleta.
Esta revelación había llevado anteriormente a la policía a registrar los alrededores de la villa de Landru. Durante la redada se encontraron pruebas circunstanciales de que la señorita Babelay y otras presuntas víctimas habían visitado las inmediaciones de Villa Tric poco antes de desaparecer.
La gota que colmó el vaso fue el rastro de papeles que guio a la policía hasta la puerta del asesino. Landru llevaba encima varios recibos de objetos valiosos que habían pertenecido a su primera víctima, Jeanne Cuchet. También se presentaron como prueba varios trozos de papel con los nombres de las mujeres desaparecidas, incluida Célestine Buisson, la séptima víctima de la que se tenía constancia, así como otros documentos que vinculaban a Landru con los asesinatos. El motivo había sido la codicia, el querer lucrarse a costa de acabar con la vida de otras personas.
El 30 de noviembre de 1921, el juez declaró a Landru culpable de los 11 asesinatos y lo condenó a muerte. Murió en la guillotina en la prisión de Versalles el 25 de febrero de 1922, momento que varios fotógrafos inmortalizaron. En la imagen (claramente retocada) se puede ver a Landru yendo hacia su destino final.
El cuerpo fue trasladado a caballo hasta el cementerio de Gonards y se enterró en una tumba señalizada. No obstante, tiempo después los restos se exhumaron y enterraron nuevamente en otro lugar anónimo del mismo cementerio.
Fuentes: (The Cine- Tourist) (RFI)
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¿Quién fue Barba Azul y por qué mató a tantas mujeres?
Descubre los inquietantes paralelismos entre la ficción y la realidad
ESTILO DE VIDA Historias
Puede que el cuento de Barba Azul no sea de los más conocidos, pero no cabe duda de que es uno de los más siniestros. Escrito en 1697 por el autor francés Charles Perrault, la historia trata sobre un individuo brutal y astuto que se ve implicado en la desaparición de varias mujeres. Lo peor de todo es que parecía ser el preludio de un crimen real con paralelismos de lo más inquietantes... Si quieres conocer al personaje de Perrault y saber por qué 200 años después hubo un asesino en serie conocido como el Barba Azul de Gambais, ¡haz clic para seguir leyendo!