En un mundo cada vez más ocupado y complejo, no es ninguna sorpresa que los niños se sientan vulnerables y abrumados.
Sin guía ni apoyo, un niño puede tener problemas para enfrentarse a sus primeros desafíos.
De hecho, si no tiene a las personas adecuadas a su lado para orientarse, es fácil que acabe en peligro.
Un niño necesita mentores, ya sean padres, tutores, hermanos mayores o profesores. Lo importante es que sean personas que influyan positivamente en su vida.
Los niños necesitan aún más apoyo para lidiar con sus sentimientos a la hora de adaptarse a los cambios.
Sentar estas bases puede ayudarles a aprender nuevas habilidades y estrategias, ya que dispondrán de los recursos necesarios para enfrentarse a los desafíos y a las novedades.
Por lo tanto, ayudar a los niños a lidiar con el cambio es fundamental para su desarrollo.
¿Cómo podemos lograr que nuestros hijos partan con ventaja en la vida? Una de las mejores formas de lograrlo es entender sus necesidades.
Un niño necesita reconocimiento, es decir, tiempo y atención.
Tomarte tu tiempo para responder a las preguntas y preocupaciones de tu hijo es el primer paso para lograr que sienta que le escuchas y le cuidas.
Hablar con tu hijo le ayudará a gestionar sus emociones.
Identificar los desafíos de los niños es clave para detectar los problemas físicos y mentales que puedan estar sufriendo.
Si a tu hijo le cuesta describir qué es lo que le pasa, ayúdale a ponerle una etiqueta a la emoción. Por ejemplo, pregúntale si se siente triste, nervioso o ansioso. Puede que tenga miedo o que esté preocupado por algo.
Si se trata de un problema con el que no le puedes ayudar, ponte en contacto con profesionales (p. ej. psicólogos infantiles) que tengan los recursos y las herramientas necesarios para resolverlo.
La estructura y la estabilidad son los bloques de construcción de la vida de los niños. Derribarlos puede hacer que se sientan confundidos y desorientados.
Los cambios trascendentales pueden ponerlos a prueba. Cuanto más mayores nos hacemos, más resilientes nos volvemos al cambio, ya que disponemos de las habilidades necesarias para adaptarnos. En el caso de un niño de 6 años, sin embargo, las alteraciones pueden poner su vida patas arriba.
Gestionar el cambio es un desafío tanto para los niños como para los adultos. Al fin y al cabo, somos criaturas de costumbres. ¿Cómo preparamos a una mente joven para algo tan traumático como un divorcio? Puede que sea un ejemplo un poco extremista, pero pone de relieve lo importante que es cuidar y tener paciencia para explicarles los cambios en la dinámica familiar a los niños y qué consecuencias pueden tener para ellos.
Marcar la diferencia consiste en trazar estrategias eficaces que ayuden al niño a sentirse seguro, adaptarse y crear resiliencia.
También consiste en darle tiempo para prepararse para los cambios, como empezar el colegio. Háblale de los desafíos que puede encontrar en clase pero haciendo hincapié en que aprenderá un montón de cosas estupendas y en que hará muchos nuevos amigos.
Los profesores juegan un papel especialmente importante en la vida de los niños. El primer año de colegio es un periodo formativo de la infancia.
Los estudiantes de primaria aprenden más rápido que en cualquier otro momento de sus vidas. Durante este periodo, si se les enseña como es debido y se sienten motivados, los niños pueden avanzar a pasos agigantados.
La vida en la escuela les otorga visión y propósito. También les ayuda a reforzar su identidad y a desarrollar sus habilidades sociales. ¡Y lo mejor de todo es que las amistades que traben en el colegio también existen fuera de clase!
Nunca subestimes la diferencia que el deporte puede marcar en la vida de un niño. Además de ayudarle a mantenerse en forma, le hará desarrollar un lado competitivo saludable que le vendrá muy bien cuando sea mayor.
El deporte puede motivar a los niños y ayudarles a crear un espíritu de equipo entre ellos, algo que también les será muy útil de mayores.
La escuela es un cambio para mejor, pero si a tu hijo le cuesta lidiar con lo que se espera de él, hay muchos libros infantiles que pueden ayudarle a entender y gestionar mejor los cambios trascendentales.
Crecer es recorrer una curva de aprendizaje pronunciada. Los niños necesitan saber qué esperar de su futuro. El deber de los padres y tutores es ser lo más directos y honestos posible con ellos.
Mudarse de casa, por ejemplo, es una experiencia estresante tanto para los niños como para los adultos. La clave está en ayudarles a gestionar el cambio. Recuérdale a tu hijo que la familia seguirá estando a su lado y háblale de todos los aspectos positivos de la mudanza (como tener su propio cuarto, por ejemplo).
Mantén una rutina. Recuerda que los niños necesitan seguridad y estabilidad, por lo que la constancia es clave. Lo ideal sería comer siempre juntos y hacer alguna actividad en familia después siempre que sea posible.
El momento de irse a la cama también es importante. Leerle un cuento a tu hijo antes de dormir le ayudará a desarrollar su imaginación.
En los cumpleaños no debe escasear ni la gente ni la fiesta. Los momentos que más se nos quedan grabados en la mente son aquellos que compartimos con nuestros amigos y seres queridos.
Dale siempre opciones a tu hijo. Pueden ser cosas sencillas como preguntarle de qué color quiere pintar su cuarto o más complejas como si le gustan más los perros o los gatos a la hora de escoger una mascota.
En última instancia, marcar la diferencia consiste en mantener un vínculo con tus hijos. Los niños son el futuro y las decisiones que tomamos ahora pueden condicionar sus vidas más adelante. Tenemos que hablarles, jugar con ellos y, sobre todo, ¡quererlos!
Fuentes: (Simply Education) (Verywell Family)
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ESTILO DE VIDA Sociedad
Los niños dependen de nuestra ayuda y orientación a medida que van creciendo. También necesitan una rutina y una estabilidad para poder progresar. Por desgracia, son cosas de las que no siempre disponen, lo que hace que muchos acaben enfrentándose a los grandes desafíos de la vida solos. ¿Qué podemos hacer nosotros para asegurarnos de que nuestros hijos crezcan seguros y a salvo? Es decir, ¿qué podemos hacer para cambiar sus vidas? Si quieres marcar la diferencia, ¡haz clic para seguir leyendo!