¿Quién crees que es el más inteligente?
Comprar directamente a los productores locales no solo es una forma de ahorrar dinero, sino que también sabrás exactamente de dónde provienen sus alimentos. Busca un mercado de agricultores en tu zona y comienza a consumir productos locales.
La sopa es excelente y esta es la razón por la que deberías prepararla con más frecuencia: llena, tiene muchos nutrientes y es barata.
No necesitas muchos productos de limpieza costosos, ni necesitas a alguien que te limpie la casa. ¡Opta por elementos básicos como lejía, bicarbonato de sodio, vinagre y limón, y un poco de esfuerzo!
Comer en casa no solo es una excelente manera de pasar tiempo con tus seres queridos, sino que también es mucho más económico que salir a comer.
La carne no siempre estuvo en el menú, ya sea porque era costosa o incluso debido a la escasez debido a las recesiones económicas o incluso a las guerras. También puedes ahorrar reduciendo tu consumo de carne.
Tus abuelos probablemente usaron todas las partes de un animal para cocinar. Huesos para hacer caldo es un buen ejemplo. Casi todo se puede usar o reutilizar.
Es probable que te lo pienses dos veces cuando veas el dinero que estás gastando en ciertas cosas. Inténtalo.
Los alimentos procesados estaban limitados en la época de tus abuelos, por lo que la gente cocinaba casi todo desde cero. No hace falta decir que esto es bueno tanto para tu salud como para tu bolsillo.
En los días de tus abuelos, era más probable que la gente intercambiara talentos en su comunidad. ¿Eres bueno pintando habitaciones o cortando el cabello? Tal vez pueda echarte una mano alguien que es bueno en algo que tú no, y viceversa. Es una situación en la que todos ganan.
Hay muchas formas de conservar los alimentos. La mayoría solo los congelamos, pero los congeladores son algo relativamente reciente. ¿Por qué no aprender más sobre deshidratación, fermentación y enlatado de alimentos?
Tu abuela no tiraría una prenda porque tubiera un pequeño agujero. ¡Y tú tampoco deberías! ¡Aprender a coser puede ser empoderador!
Los beneficios se explican por sí mismos. Pero si crees que necesita un gran patio trasero para hacer esto, piénsatelo de nuevo. En algunos casos, ni siquiera necesitas ningún espacio exterior. ¡Las hierbas, por ejemplo, se pueden cultivar en pequeños frascos en tu cocina!
Mantente al tanto del mantenimiento básico de tu automóvil, aprende a verificar el nivel de aceite, el nivel de refrigerante y la presión de los neumáticos. Así podrías ahorrar algo de dinero a largo plazo.
¿Estás fuera de casa todo el día y, a menudo, necesita un aperitivo? Llévate uno tú mismo y ahorra algo de dinero. Una pieza de fruta o una barra de granola/proteína puede ayudar a mantener a raya el hambre y no te arruinarás.
Nuestros abuelos dependían de los tenderos, carniceros y panaderos locales, y tú también puedes hacerlo. ¿Realmente vale la pena el viaje al gran supermercado?
Si no pides, no recibes. Muchos de nosotros no regateamos, quizás porque compramos principalmente en línea y en grandes tiendas, pero no hay nada de malo en tratar de obtener un mejor precio. ¡Puede que obtengas un descuento!
¡Nada es más personal que un regalo que haces con tus propias manos! Además, es probable que ahorres mucho dinero.
Tus abuelos no irían todos los días a la tienda a comprar comida o a comer en un restaurante. La preparación de alimentos es una excelente manera de mantener una dieta constante y ahorrar dinero.
Si no está haciendo esto para regar el césped, plantas y cualquier otra cosa que tengas en tu jardín, ¡comienza hoy mismo!
No solo puedes crear una lista de compras de comestibles, sino que también puedes planificar tus comidas con antelación. Esto te permitirá gastar dinero exactamente en lo que necesitas, ¡y solo en eso!
¿Realmente necesitas comprar rodajas de zanahoria o cubos de calabaza moscada? Ahorra dinero comprando alimentos integrales y preparándolos tú mismo.
Se trata de reciclar y reutilizar. Tus abuelos probablemente habrían guardado ropa y toallas viejas y las habrían reutilizado como trapos de limpieza.
Recoge cositas como botones y pedazos de cinta, y ponlos en un frasco o caja. Puedes hacer muchas cosas geniales y creativas de bricolaje con ellos.
Son nutricionalmente ricos, abundantes y baratos; los frijoles son opciones obvias cuando se trata de comida. Incorpora más de ellos a tu dieta.
Esto es mucho mejor que tirar todo a la basura. Te ahorrará bolsas, tiempo y obtendrás compost gratis. Sin mencionar que todo está en armonía con la naturaleza.
Estarás aportando tu granito de arena a la conservación y disfrutarás de los beneficios de hacerlo. Los ejemplos incluyen caléndulas, frijoles y hierbas como el cilantro y el eneldo.
... no qué puedes permitirte. Es fantástico que puedas permitirte un artículo más caro, pero ¿lo necesitas? Esa es la pregunta que debe hacerte antes de gastar más dinero.
No hace falta decir que la mejor manera de ahorrar dinero es, bueno, ahorrando dinero. Puedes empezar poco a poco. Y, recuerda, nunca es demasiado tarde para empezar.
Fuentes: (Country Living)
Podemos asegurar sin sinónimo de duda que en las últimas décadas el consumismo ha aumentado y la gente gasta más y ahorra menos. Esto se debe al cambio de hábitos de compra. El aumento de la inflación, de los precios de los inmuebles y del coste de vida en general también juega un papel importante en el descenso de nuestra capacidad de ahorrar actualmente. Sin embargo, a veces, no necesitamos mirar más allá para descubrir prácticos trucos de ahorro. Nuestros abuelos lo consiguieron (y algunos bajo circunstancias mucho más duras), así que es posible.
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Te contamos el secreto para ahorrar como tus abuelos
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Podemos asegurar sin sinónimo de duda que en las últimas décadas el consumismo ha aumentado y la gente gasta más y ahorra menos. Esto se debe al cambio de hábitos de compra. El aumento de la inflación, de los precios de los inmuebles y del coste de vida en general también juega un papel importante en el descenso de nuestra capacidad de ahorrar actualmente. Sin embargo, a veces, no necesitamos mirar más allá para descubrir prácticos trucos de ahorro. Nuestros abuelos lo consiguieron (y algunos bajo circunstancias mucho más duras), así que es posible.
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