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Deja de dudar de ti mismo -

Uno de los mayores enemigos de la espontaneidad es la falta de autoestima. Cuanto más incapaz te veas de hacer cosas nuevas, menos experiencias tendrás. Aviva la llama de tu propia vida diciéndote todo lo que puedes hacer y vas a hacer.

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Habla con desconocidos -

Muchos se sienten incómodos al hablar con desconocidos, pero estas conversaciones suelen ser más agradables de lo que se cree. Aunque no acabéis siendo amigos o incluso algo más, intercambiar opiniones con gente nueva siempre es una experiencia interesante y enriquecedora.

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No planifiques todos tus días -

Deja días libres en tu agenda y déjate llevar por lo que surja. Esto es algo que puedes hacer cuando te vayas de vacaciones, por ejemplo. Es la mejor forma de explorar un sitio nuevo y ser más espontáneo.

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Ve a ver una película sin saber de qué va -

Escoge una película y ve al cine sin ni siquiera haber visto el tráiler. Esto hará que te sientas más intrigado y que te lleves más sorpresas cuando la veas.

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Sal con alguien a quien no conozcas -

Tener una primera cita puede ser un tanto intimidante si no conoces a la otra persona, pero también es una oportunidad estupenda para salir de tu zona de confort. Aunque luego no os gustéis de esa forma, puede que acabéis siendo amigos o que simplemente disfrutéis de la experiencia.

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Ve a una fiesta sin conocer a nadie menos al anfitrión -

Algunas situaciones pueden dar bastante miedo, sobre todo si te toca afrontarlas solo. ¡Pero no son todo contras! Ir sin acompañante a una fiesta donde solo conoces al anfitrión te obligará a socializar con gente nueva, una forma estupenda de hacer amigos.

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Haz algo significativo -

Ver la televisión y navegar por internet de forma inconsciente son dos formas estupendas de perder el tiempo. ¿Por qué no haces una actividad que te permita descubrir algo nuevo, como leer un libro o aprender a bailar?

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Deja a un lado el celular -

Los teléfonos son una de las mayores distracciones de la sociedad actual. Deja el tuyo apartado durante una hora o una tarde entera y verás cómo tienes más fuerzas para hacer otras cosas.

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Sal a pasear sin destino fijo -

Salir a pasear sin rumbo fijo es tener una pequeña aventura. Además de despejar la mente y mover el cuerpo, puede que descubras algo nuevo.

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Come en un sitio nuevo -

Puede que estés acostumbrado a comer siempre en el mismo sitio cuando vas a la oficina o que lleves la comida hecha de casa. ¿Por qué no pruebas a almorzar en un restaurante nuevo? Te permitirá salir de la rutina y estrechar lazos con tus compañeros de trabajo.

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Sal con personas a las que no sueles ver -

Es fácil relacionarse con las personas de siempre dentro de la misma burbuja social. De vez en cuando, sin embargo, está bien tomar algo con gente a la que no veas con regularidad para saber qué tal le va y recuperar la conexión.

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Hazle un regalo a un ser querido -

Hacerle un regalo a un ser querido sin motivo aparente es una forma estupenda de ser espontáneo y demostrarle lo mucho que te importa.

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Ve a ver a un amigo que viva en una ciudad diferente -

La rutina y la distancia pueden dificultar las visitas, sobre todo si tus amigos viven en otro país. Si puedes, saca algo de tiempo y ve a verles. ¡Os pondréis al día y cambiarás de aires!

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Ve solo a un concierto -

¿Alguna vez has querido ir a un concierto pero a nadie más le apetecía ir? Si vuelve a ocurrir, ve solo. Aunque al principio te parezca raro, en el momento en el que la música empiece a sonar te lo pasarás en grande y te sentirás acompañado por el resto del público.

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Da una fiesta e invita a tus vecinos -

A pesar de vivir puerta con puerta, a veces no sabemos ni qué aspecto tienen nuestros vecinos. Una forma estupenda de romper el hielo y crear un vínculo es dar una fiesta e invitarles.

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Haz un viaje en solitario -

Viajar solo es un gesto muy espontáneo que puede despertar tu vena más aventurera. La mejor forma de hacerlo es ir sin planes, descubriendo nuevos sabores, olores y personas.

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Sal a tomar algo con tus compañeros de trabajo -

Si quieres estrechar lazos con tus compañeros de trabajo en un ambiente menos formal, invítales a tomar algo cuando estéis libres. ¡Puede que hasta os hagáis amigos!

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Prueba un plato que nunca hayas comido -

Revoluciona tus papilas gustativas probando algo nunca hayas comido. No hace falta que vayas a un restaurante, basta con dar una vuelta por el supermercado y añadir un nuevo ingrediente a tus comidas.

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Acepta las invitaciones que normalmente rechazarías -

Decir que no a los planes que otros proponen y quedarse en casa es muy tentador, pero a veces nos negamos por pura timidez o falta de autoestima. La próxima vez que alguien te invite a hacer algo, di que sí y déjate llevar por lo que surja.

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Cocina un plato nuevo -

Preparar siempre los mismos platos es fácil, pero también aburrido. La mejor forma de cambiar las cosas en la cocina es experimentar con nuevas recetas. Quién sabe, ¡puede que sean todo un éxito!

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Llama a un viejo amigo para saber cómo está -

Hoy en día estamos más acostumbrados a enviar mensajes que a hablar por teléfono. El problema está en que estos no siempre son profundos o significativos. Si llamas a un viejo amigo, podrás disfrutar mucho más de la conversación.

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Explora un nuevo barrio -

Todos solemos ir a los mismos parques y cafeterías. Tómate una tarde libre y sal a explorar un nuevo barrio. ¡Seguro que descubres cosas que te gusten!

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Compra ropa para un futuro viaje -

Si tienes algo de dinero ahorrado, ¿por qué no te lo gastas en algo divertido como un nuevo modelito para un viaje que aún no has planeado? Un vestido para las Maldivas, unas botas para Londres... ¡Tú eliges!

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Ponte algo completamente ridículo -

Ya sea en casa o de fiesta con los amigos, ¿por qué no pruebas a ponerte algo que se salga de la norma? Que no te importe lo que piensen los demás: ¡lo importante es pasárselo bien!

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No pidas el mismo plato dos veces -

Cuando un plato nos encanta, solemos pedirlo una y otra vez. ¿Pero y qué hay de las otras opciones igual de deliciosas? ¡Sal de la rutina y pide algo nuevo!

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Vuelve a casa del trabajo siguiendo una nueva ruta -

Después de pasar todo el día fuera trabajando, lo único que quieres es llegar a casa cuanto antes. Sin embargo, hay algo terapéutico y aventurero en volver a casa por una ruta diferente.

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Tómate algo en el primer bar por el que pases -

Lo habitual es ir a los bares que ya conoces o dar varias vueltas hasta dar con uno que te guste. Prueba a entrar en el primero que encuentres y déjate sorprender.

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Apúntate a una clase aleatoria -

Cursos de idiomas, talleres de publicidad... Siempre hay formas de aprender algo nuevo. ¡Da rienda suelta a tu curiosidad y apúntate a lo que sea!

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Haz algo nuevo todos los días -

Pedir una bebida diferente en tu cafetería preferida, meditar cinco minutos más de lo habitual... Hay muchos pequeños gestos que puedes implementar en tu día a día para salir de la rutina y ser un poco más espontáneo.

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Haz lo que te apetezca -

Sáltate las normas y haz lo que te haga feliz. La vida está para vivirla, así que cómete esa tarta de chocolate o pídete ese día de vacaciones. ¡Tú mandas!

Fuentes: (The Guardian) (Elite Daily) (LovePanky)

Ver también: Planes divertidos para fortalecer vuestra relación

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