Hábitos saludables que te ayudarán a sobrellevar las mañanas más frías - Cuando las mañanas se vuelven más frías y oscuras, la tentación de pulsar repetidamente el botón de repetición mientras te cubres la cabeza con las sábanas puede ser muy fuerte. Incluso los más madrugadores se sienten un poco menos animados cuando llega el invierno, pero unos sencillos pasos pueden hacer que levantarse de la cama no parezca una odisea. Además, si modificas tu rutina matutina para adaptarla al frío, estarás lleno de energía y preparado para afrontar el día.
¿Listo para levantarte y brillar? Echa un vistazo a esta galería y descubre algunos hábitos saludables para las mañanas más frías.

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No aplaces la alarma -

Por muy tentador que te resulte, trata de resistirte a darle continuamente a la opción de repetición del despertador. Solo conseguirás retrasar lo inevitable, y lo más probable es que llegues tarde y te estreses incluso antes de salir de la cama.

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Asegúrate de mantener una temperatura agradable en la habitación -

A nadie le gusta salir de una cama calentita en un dormitorio helado. Asegúrate de tener algo caliente donde meter los pies y de que la habitación sea lo más acogedora posible. Utiliza protectores contra corrientes de aire y todo lo necesario para mantener el frío fuera de la habitación.

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Deja que entre la luz -

Aunque sea una luz débil e invernal, deja que entren unos cuantos rayos de sol en tu habitación nada más levantarte de la cama para sentirte reconfortado al instante. Aunque fuera esté oscuro, abre las cortinas y persianas para que entre el sol al salir.

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Da un toque especial al aire que te rodea -

Una forma sencilla de prevenir la sequedad de la piel en invierno es añadir unas gotas de aceite esencial a un recipiente con agua y colocarlo en estantes cerca de radiadores y calefactores: ayudará a mantener la humedad del aire. Las esencias energizantes, como la bergamota o el limón, levantan el ánimo.

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Evita perder tiempo en el celular -

No dediques la mañana a averiguar qué ha desayunado alguien con quien fuiste al colegio. Ahorrarás un tiempo muy valioso.

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Medita durante unos minutos -

Pocas personas tienen tiempo para una meditación larga a primera hora, pero tan solo cinco minutos nada más levantarte pueden ayudarte a prepararte para todo el día. Utiliza una aplicación de meditación mientras estás sentado en la cama.

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Estira -

Puede que no tengas tiempo o ganas de hacer ejercicio por la mañana, pero estirar las extremidades puede quitarte el sueño.

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Date una ducha rápida -

Dedica unos minutos a disfrutar de una ducha caliente: puede ser un verdadero alivio para el alma. Los champús y jabones corporales energizantes te ayudarán a prepararte para el día.

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No te saltes tu rutina facial -

El frío y la calefacción pueden causar estragos en la piel, así que no caigas en la tentación de sacrificar tu rutina de cuidado facial para pasar unos momentos más en la cama. La hidratación es más importante que nunca y recuerda que la protección solar sigue siendo necesaria en invierno.

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Tómate un té con limón -

Antes de recurrir a la cafeína, tómate una taza de agua caliente con limón. Además de proporcionarte vitamina C, te servirá para realizar una "minidesintoxicación" diaria, siempre que no añadas azúcar ni edulcorantes.

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Motívate con la música -

Sintoniza tu radio con tu emisora de música favorita y enciéndela mientras sigues con tu rutina matutina. Es sorprendente lo mucho que la música puede mejorar nuestro estado de ánimo.

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Disfruta de un café -

Si normalmente sueles tomar el café en cuanto te levantas de la cama, probablemente es mejor no alterar este hábito precisamente en las mañanas más frías y oscuras. No bebas más de lo habitual, pero compra tu marca favorita y asegúrate de dejar tempo para saborearlo.

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Hazte un buen desayuno -

Necesitarás alimentar tu cuerpo para hacer frente a las inclemencias del tiempo y combatir los resfriados invernales, así que no te saltes el desayuno. Preparar con antelación opciones saludables como las gachas de avena y añadir fruta fresca, es una buena forma de empezar el día.

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No olvides tus vitaminas -

La ingesta de fruta fresca, verdura y cereales integrales durante las épocas más frías debería aportarte la mayoría de las vitaminas y minerales que necesitas, pero un aporte extra de vitamina D, que el cuerpo obtiene de forma natural de la luz solar, puede venirte bien. La vitamina C refuerza el sistema inmunitario y las vitaminas del grupo B ayudan a sentirse con energía.

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Intenta ver las noticias -

En lugar de navegar por las redes sociales, intenta dedicar unos minutos a ponerte al día de lo que ocurre en el mundo encendiendo las noticias y leyendo al menos los titulares y el tiempo.

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Revisa la previsión meteorológica -

Si no te da tiempo a ver la previsión en la televisión, asegúrate de tener una aplicación fiable en tu celular y consúltala antes de salir.

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Prepárate para hacer frente al frío -

Si tienes que preparar a los niños, asegúrate de saber dónde está todo el equipo para el frío. Una búsqueda de última hora de botas y abrigos no hará que la mañana empiece con buen pie.

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Ten accesorios de invierno a mano -

Asegúrate también de tener preparado tu propio equipo para el frío. Ten a mano guantes, gorro y un abrigo impermeable para estar preparado en caso de ola de frío repentina.

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Deja la ropa preparada la noche anterior -

Tanto si planeas un paseo familiar como un día en la oficina, ten preparada tu ropa la noche anterior. Es conveniente consultar la previsión para el día siguiente, para saber cuántas capas necesitarás.

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Y prepara la ropa de los niños -

Lo mismo vale para los miembros más pequeños de la familia. Escoge ropa adecuada la noche anterior, para evitar líos de última hora sobre qué ponerte.

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Prepárate para la lluvia -

Como las mañanas más frías suelen ser sinónimo de chaparrones en lugar de cielos despejados, asegúrate de saber dónde están los paraguas y de tenerlos junto a la puerta.

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Deja la merienda lista -

Un tentempié saludable no es solo cosa de niños. Prepararse algo sano para llevar al trabajo es una buena manera de sentirse bien durante todo el día y lo mejor es hacerlo la noche anterior para ahorrar tiempo por la mañana.

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Sal de casa con tiempo -

Prepárate para un día sin estrés saliendo de casa unos minutos antes de lo previsto. Esto te permitirá mantener la calma en caso de incidentes relacionados con el tiempo, como retrasos de los trenes o atascos debido a la helada.

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Bebe infusiones durante la mañana -

Una vez que hayas tomado tu dosis de cafeína matutina, intenta tomar infusiones hidratantes a lo largo del día. Las infusiones de jengibre, limón y cúrcuma refuerzan el sistema inmunitario.

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No olvides el bálsamo labial -

El frío trae consigo casi inevitablemente los temidos labios agrietados. Asegúrate de tener siempre a mano un bálsamo labial de eficacia probada para mantener los labios hidratados y con buen aspecto.

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Organízate si vas a trabajar desde casa -

¿Trabajas desde casa? Intenta evitar la tentación de instalar tu "oficina en casa" en el sofá, rodeado de cojines mullidos y mascotas que acaparen tu atención.

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Objetivos de teletrabajo -

Es probable que sentarse en un escritorio para trabajar te haga ser más productivo, así que asegúrate de que la zona de trabajo en casa sea cálida y esté bien iluminada.

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Sal -

Si trabajas desde casa, dar un paseo o salir a correr unos minutos antes de empezar puede ayudarte a concentrarte y prepararte para el día. Recompénsate con una bebida caliente a la vuelta.

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Acuéstate temprano -

Las mañanas saludables empiezan la noche anterior. Intenta levantarte descansado acostándote a una hora razonable y evitando el celular y el portátil una hora antes de acostarte para que tu mente pueda desconectar.

Fuentes: (Medium) (This is Adult Life)

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