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Juego -

Por todos es sabido que jugar al aire libre es increíblemente beneficioso para los niños.

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El exterior -

Es la oportunidad perfecta para dejar a un lado los dispositivos electrónicos, salir a hacer ejercicio y vivir valiosas experiencias.

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La realidad actual -

En el mundo de hoy en día, muchos niños no ponen un pie en la calle y los que lo hacen suelen tener padres que no quieren que se ensucien.

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La parte negativa -

A nadie le gusta que su hijo vuelva a casa hasta arriba de barro y lo manche todo.

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La parte positiva -

Las nuevas investigaciones, sin embargo, demuestran que la exposición al barro conlleva importantes beneficios para la salud. Nada nuevo, en realidad.

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La hipótesis de la higiene -

A finales de los 80 surgió la "hipótesis de la higiene". Esta defendía que las infecciones adquiridas durante la infancia ayudaban a reforzar el sistema inmunitario.

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La idea en resumidas cuentas -

Se creía que una reducción de las infecciones infantiles durante el transcurso del siglo XX había hecho que el sistema inmunitario de la gente se debilitase y reaccionase exageradamente ante el más mínimo estímulo.

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Rechazo -

La hipótesis no tardó en perder popularidad, ya que los expertos temían que esta animase a la gente a prescindir de prácticas de higiene básicas, como lavarse las manos.

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Problemático -

De hecho, la hipótesis de la higiene se ha descrito como "bastante problemática desde el punto de vida de la salud pública".

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Excepciones -

Esto no significa, sin embargo, que todos los organismos con los que nos cruzamos sean perjudiciales para la salud. De hecho, suele ser más bien al contrario.

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Bacterias amistosas -

Los expertos creen que los organismos no infecciosos con los que entramos en contacto en la naturaleza son muy beneficiosos para nuestro sistema inmunitario.

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Viejos amigos -

Estos organismos, a los que los científicos se refieren como "viejos amigos", nos han acompañado durante toda la historia de la evolución y, por lo general, son inofensivos.

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Aprender a moderar -

Se cree que son beneficiosos para nuestro sistema inmunitario porque le enseñan a moderar su propia actividad en lugar de a reaccionar de forma exagerada ante un posible invasor.

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Pruebas -

Cada vez hay más pruebas que respaldan esta idea. Por ejemplo, varios estudios han demostrado que las personas que crecen en granjas son menos propensas a desarrollar asma, alergias o trastornos autoinmunes, como la enfermedad de Crohn.

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Exposición en la infancia - Esto se debe a que están expuestas a un mayor número de organismos que ayudan a que su sistema inmunitario aprenda a regularse a sí mismo eficientemente.

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Estrés -

Incluso se cree que estos organismos amistosos pueden ayudarnos a regular nuestra respuesta al estrés.

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Respuesta evolutiva al estrés -

Cuando nos sentimos vulnerables o amenazados, nuestros niveles de inflamación se disparan. Nuestros cuerpos evolucionaron de esta forma para protegernos contra las amenazas.

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El estrés en el mundo moderno -

Sin embargo, aunque esta haya sido nuestra evolución, lo cierto es que la inflamación ya no es tan útil contra los factores estresantes a los que nos enfrentamos en la actualidad.

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El problema de la inflamación -

De hecho, la inflamación crónica, a largo plazo, puede tener graves consecuencias para nuestra salud y contribuir al desarrollo de un gran número de enfermedades, incluida la depresión.

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Investigación -

Los estudios apuntan a que los niños que crecen en entornos rurales presentan una menor respuesta inflamatoria ante las situaciones estresantes, como hablar en público.

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Factores de control -

Pero esto también se aplica a otros factores, como el estatus socioeconómico de los niños.

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¿Y qué significa todo esto? -

Dado el gran interés en estas bacterias beneficiosas, los investigadores están intentando encontrar nuevas formas de animar a los niños a tener un mayor contacto con la naturaleza.

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Paseos por el bosque -

Por ejemplo, dar paseos sosegados y meditativos por el bosque es una forma muy sencilla y beneficiosa de estar en contacto con la naturaleza.

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Una forma de aliviar la dermatitis atópica -

De hecho, está demostrado que pasear por el bosque ayuda a aliviar los síntomas de la dermatitis atópica en niños.

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Organismos amistosos -

Es probable que tocar la tierra y las hojas ayude a que los niños entren en contacto con organismos capaces de enriquecer el microbioma de la piel.

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Una iniciativa finlandesa -

En Finlandia se impulsó una iniciativa que tuvo por objetivo acercar la naturaleza a los niños. En cuatro guarderías, los investigadores cambiaron el asfalto del patio por tierra traída del bosque.

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Jardinería en la escuela -

A los niños se les dieron cajas con todo lo necesario para practicar jardinería, lo que también les animó a tener un contacto directo con la tierra y todos sus organismos beneficiosos.

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¿Cómo afecta esto al sistema inmunitario? -

Tras solo un mes, los niños ya disfrutaban de unas mayores defensas y de un microbioma de la piel y el intestino mucho más diverso.

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¿Cómo afecta esto al sistema inmunitario? -

También se apreció un aumento de la proporción de moléculas antiinflamatorias en su plasma, una clara señal de que gozaban de un sistema inmunitario más regulado.

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En resumen -

Por lo tanto, ensuciarse un poco no es nada malo, ¡sobre todo en el caso de los niños! Jugar al aire libre es algo que todos los pequeños deberían hacer.

Fuentes: (BBC) (Healthline)

Ver también: ¿Cómo fortalecer tu sistema inmunitario? ¡Sigue estos consejos!

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