Para ser una actividad que (con suerte) ha formado parte de nuestra rutina diaria desde la infancia, un número sorprendente de personas nos cepillamos los dientes de forma totalmente incorrecta.
Desde el método de cepillado hasta el material que utilizamos, hay muchas cosas que pueden salir mal, y de hecho salen mal, durante el proceso de cepillado de los dientes.
De hecho, un estudio realizado en Suecia reveló que solo el 10% de las personas practican la mejor técnica de cepillado.
En esta galería analizamos lo que la gente hace mal y cómo podemos asegurarnos de aprovechar al máximo nuestro tiempo frente al espejo.
Empecemos por el método de cepillado. Lo más importante es recordar que el cepillado tiene como objetivo eliminar la placa (también conocida como biofilm) y los restos de comida.
Tenemos que eliminar la placa tanto de la zona de las encías como de los dientes y un simple movimiento hacia arriba y hacia abajo no lo conseguirá.
Es mejor utilizar una técnica reconocida como el método Fones (que implica un ángulo de 90 grados y un movimiento circular) para llegar a todos los rincones.
En cuanto a la duración del cepillado, muchas organizaciones sanitarias recomiendan cepillarse los dientes durante al menos dos minutos.
Mucha gente conoce esta recomendación, pero el problema es que a muchos nos cuesta darnos cuenta de cuánto duran dos minutos.
Una forma sencilla de asegurarte de que te cepillas los dientes el tiempo suficiente es programar un temporizador en tu teléfono o utilizar un cepillo eléctrico que lo lleve incorporado.
En cuanto a la frecuencia, el consejo oficial en países como EE.UU. y el Reino Unido es cepillarse los dientes con una técnica correcta dos veces al día.
Existe una excepción para las personas que llevan ortodoncia. A estas personas se les suele aconsejar que se cepillen los dientes después de cada comida, ya que los alimentos quedan atrapados con más facilidad.
El objetivo es prevenir la acumulación de placa, por lo que la mejor forma de eliminar tanto las bacterias como las partículas de comida es la que mejor garantice su eliminación.
Lo único que hay que recordar es que si te cepillas los dientes después de desayunar, debes esperar 90 minutos. Esto se debe a que los ácidos de los alimentos ablandan el esmalte, por lo que es más fácil dañarlo durante el cepillado.
Hay que tener cuidado a la hora de elegir un cepillo de dientes. Hay muchas opciones por ahí que son muy abrasivas y te dañan los dientes.
Si puedes, elige uno con cerdas de dureza media y cabezal pequeño, ya que te resultará más fácil de manejar.
Sin embargo, los mejores cepillos son los eléctricos. Tienen cabezales pequeños, requieren una destreza mínima y disponen de sensores de presión que impiden cepillarse demasiado fuerte.
Muchas organizaciones de salud dental son firmes partidarias del uso del hilo dental, a pesar de la falta de investigaciones adecuadas sobre el tema.
Al fin y al cabo, cada diente es un cubo con cinco superficies expuestas al entorno bucal. Muchas veces, un cepillo de dientes solo llega a dos de ellas.
Utilizar un poco de hilo dental puede ser una buena forma de eliminar la biopelícula entre los dientes, aunque un cepillo de dientes pequeño también puede servir.
También puede resultar difícil elegir un dentífrico, dada la cantidad de opciones que hay en el mercado. Según los expertos, las marcas caras no son necesariamente las mejores.
El ingrediente más importante es el flúor. Para los adultos, el contenido de flúor debe ser de al menos 1.350 partes por millón (ppm), y para los niños debe ser de al menos 1.000.
Trata con precaución los ingredientes de moda. El carbón vegetal, por ejemplo, se vende como ingrediente blanqueador de dientes, pero hay pocas pruebas que lo respalden.
Los enjuagues bucales también pueden ser buenos para tratar la gingivitis, aunque para ser útiles deben contener al menos 100 ppm de flúor y estar clínicamente probados para reducir la placa.
También es mejor utilizar enjuagues bucales solo si las encías ya sangran, en lugar de como medida preventiva.
Mantener una buena higiene bucal es importante, porque no solo mejora la salud bucodental, sino que también reduce el riesgo de contraer una serie de enfermedades crónicas.
No es tan sencillo como nos gustaría pensar, pero con estos consejos deberías estar en el camino hacia una mejor salud bucal y física en general.
Fuentes: (BBC)
Por suerte para nosotros, hay medidas que podemos tomar para rectificar este hecho. Echa un vistazo a esta galería para saber por qué todos nos cepillamos mal los dientes.
Los profesionales de la odontología siguen debatiendo si debemos cepillarnos los dientes antes o después del desayuno, y no existe ninguna recomendación firme al respecto.
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SALUD Higiene oral
Nos enseñan a cepillarnos los dientes desde pequeños. Muchos de nosotros tenemos recuerdos tempranos de los adultos que nos rodean comprobando que nos habíamos cepillado antes de ir al colegio y antes de acostarnos. Sin embargo, si avanzamos hasta la edad adulta, la realidad es que la mayoría de nosotros no nos cepillamos los dientes de una forma que optimice nuestra higiene y salud bucal.
Por suerte para nosotros, hay medidas que podemos tomar para rectificar este hecho. Echa un vistazo a esta galería para saber por qué todos nos cepillamos mal los dientes.