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Haz números - Ir de vacaciones no puede significar endeudarte. Si lo planeas con tiempo, no entrarás en pánico cuando vuelvas a casa y consultes tu saldo. Estima cuánto vas a gastar durante las vacaciones. Cuenta con posibles acontecimientos inesperados, como tener que pagar una consulta médica o coger un taxi. Además, deja un margen para emergencias.

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Haz cuentas - Cuando hayas estimado cuanto dinero necesitarás, divídelo entre el número de meses que faltan para las vacaciones e intenta ahorrar esa cantidad cada mes. Si quieres hacerlo más sencillo, puedes hacerlo por semana o por día.

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Opta por una cuenta de ahorros diferente - Si pones todo el dinero en una cuenta, puede resultar difícil ver si realmente estás logrando tu propósito.

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Pon un nombre a tu cuenta de ahorros que te recuerde a las vacaciones - Si el nombre es atractivo, te ayudará a recordar por qué estás haciendo sacrificios y evitará que malgastes el dinero (o al menos hará que te lo pienses dos veces).

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Cambia tus rutinas - Piensa en qué te gastas el dinero. Tal vez puedas reducir la dosis de esos caros cafés o llevar la comida de casa en lugar de comer fuera todos los días. Un pequeño cambio podría tener una gran repercusión en tu fondo vacacional.

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Hazte una pregunta antes de gastar - Antes de comprar un cóctel caro o una camiseta nueva, pregúntate si preferirías estar bebiéndote ese cóctel o en una playa, o probando la gastronomía otro país. Adquirirás el hábito de pensarlo dos veces antes de gastar y aumentarás las ganas de conseguir ese viaje.

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Libérate de alguna responsabilidad - En lugar de transferir una determinada cantidad de dinero a esa cuenta por día/semana/es, configura una transferencia automática. Así, no cambiarás de planes.

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No ignores los costes extra/inesperados - Además de contar con los costes de ir hasta tu destino, ten en cuenta los gastos de transporte en los que incurrirás allí, las comidas, las actividades, etc. En suma, añade un 10-15 % sobre la cantidad que crees que necesitarás.

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Sé estratégico con los viajes - Por tu bien y por el de tu cuenta de ahorros, averigua cuando es temporada baja en el lugar al que quieres ir y ahorrarás en los vuelos y el alojamiento. Además, intenta reservar lo antes posible.

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Investiga como puedes ir desde el aeropuerto hasta tu destino - Los servicios de transporte típicos desde los aeropuertos pueden costarte un riñón. En lugar de optar por un taxi o un coche privado, mira si hay trenes o autobuses.

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¿Compartir o no compartir? - Cuando estés preparando tu presupuesto, ten en cuenta si vas a compartir gastos con alguien más o no. Un Airbnb puede no compensar si viajas solo, pero si vas con alguien más, será más accesible.

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Viajando con la familia - Si vas a planificar unas vacaciones en familia, considera ir a un lugar donde todos podáis disfrutar por un bajo precio. Será mejor que gastarte un montón de dinero en un parque de atracciones que los adultos no disfrutarán o al revés.

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Cuéntale a la gente tus planes - Cuanto más lo digas, menos tentado te verás a hacer grandes gastos innecesarios y te mantendrás motivado.

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Comparte el reto con tus amigos - Intentar ahorrar tú solo es difícil, sobre todo, cuando todos tus amigos quieren salir para beber o ir al cine. Sin embargo, si te rodeas de gente que se preocupa por ti o que comparten tus metas, lo entenderán si quieres hacer de comer en casa u optar por actividades económicas.

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Utiliza una aplicación de ahorro - Hay muchas aplicaciones que te ayudarán a organizar tus ahorros, como Wela, que te pone un límite de gastos diarios basándose en tus metas financieras.

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Considera darte de baja de algunas suscripciones mensuales - Tal vez dejar de pagar Netflix sea demasiado, pero ¿y la televisión por cable, los datos (hay wiffi por todos lados) o el gimnasio? Incluso puedes pagar individualmente los días que vayas al gimnasio.

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Vende tus posesiones innecesarias - Deshazte de todas esas cosas que ya no te hacen falta. Lleva tu ropa a una tienda de segunda mano o pon a la venta esos objetos que ya no quieres en eBay. Es una buena lección para aprender a valorar más las experiencias que los objetos.

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Busca un trabajo extra - Unos ingresos extra te vendrán de maravilla y te ayudarán a ahorrar. Puedes trabajar para Uber o inscribirte en sitios como TaskRabbit, para poder emplear tu tiempo libre para conseguir un dinero extra.

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Utiliza los puntos de las tarjetas de créditos - Mezclar las tarjetas de crédito con las vacaciones no suele ser una buena idea. Sin embargo, en los meses previos, usar una tarjeta que te da puntos para conseguir viajes puede ayudarte a ahorrar.

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Ten en cuenta la diferencia de divisa - El tipo de cambio fluctúa mucho y, por tanto, también lo hace el dinero que puedas necesitar. También debes hablar con tu banco sobre cuál es la forma más barata de cambiar dinero.

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Decide qué significa 'vacaciones' para ti - Para muchos es irse a un lugar exótico y lejano, pero para otros significa quedarse en casa leyendo un buen libro y viendo nevar. También puedes visitar los lugares cercanos a tu casa que todavía no conoces. ¡Podrías ahorrar un dineral!

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Sé realista - Puede que simplemente no sea el mejor momento para viajar a la otra punta del mundo, pero eso no significa que no puedas ir a otro lugar y dejar ese viaje para el futuro. Piensa en acampar, puede ser barato y divertido.

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Asegúrate de que tus datos van a funcionar - No querrás ser el típico viajero que, al llegar a casa, se encuentra una factura millonaria por haber pagado demasiadas tasas. Opta por alguna tarifa que te proporcione suficiente roaming para moverte sin dificultades y sin sustos.

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Antes de viajar, comunícaselo a tu banco - Si ocurre algo inesperado y necesitas usar tu tarjeta de crédito, no habrá nada peor que ver que no funciona. Si se lo comunicas al banco con anterioridad, te ahorrarás disgustos.

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Date un capricho - Cuando hayas logrado ahorrar lo que te habías propuesto, disfruta de un viaje sin estrés y date algún capricho.

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