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¿Qué es una relación kármica? -

Una relación kármica es un concepto procedente de la filosofía kármica de la India y se describe como una conexión intensa e inestable entre dos personas.

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Problemas sin resolver -

Quienes creen en su existencia suelen pensar que son el resultado de haber dejado problemas sin resolver en otra vida.

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Sin reconocimiento clínico -

Aunque carece de reconocimiento clínico, a algunas personas les resulta útil para poder ponerle un nombre a este tipo de vínculos.

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En términos modernos -

No cabe duda de que las relaciones kármicas pueden ser difíciles de gestionar. En términos modernos, podrían describirse como codependientes, tóxicas o incluso abusivas.

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Platónica o romántica -

Una relación kármica puede ser romántica o platónica, es decir, también puede darse entre amigos.

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Un rápido despertar de las emociones -

Por lo general, surge muy rápido. Las emociones son muy intensas desde el principio, pero las cosas no tardan en torcerse e irse a pique.

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Señales -

Si crees estar en una relación kármica, una forma de saberlo es prestar atención a las siguientes señales.

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Pasar de un extremo a otro -

Si sientes que la relación pasa de ser lo mejor que te ha ocurrido a tu peor pesadilla de forma rápida y repetida, podría ser una señal.

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Esfuerzo excesivo -

Otro tema habitual en las relaciones kármicas es que sus integrantes dedican mucho tiempo y energía a lograr que estas funcionen.

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Sin tiempo para ti mismo -

Esto deja muy poco tiempo para uno mismo, por lo que el crecimiento personal y el resto de relaciones pasan a un segundo plano.

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Discusiones y rupturas -

Las discusiones y promesas de ruptura también son algo habitual, así como las separaciones y reconciliaciones constantes.

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¿Relación kármica o llama gemela? -

Puede que te preguntes si una relación kármica tiene algo que ver con el concepto de la llama gemela.

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Similitudes -

Ambos se caracterizan por la intensidad de las emociones y por sentir que os ha unido el destino.

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La diferencia clave -

Sin embargo, hay una diferencia clave: las relaciones kármicas están destinadas a generar conflicto y turbulencias, mientras que las llamas gemelas se basan en el crecimiento y mutuo entendimiento.

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Advertencia -

Eso no quiere decir que todas las llamas gemelas sean positivas, ya que dependen mucho de la relación que cada uno tenga consigo mismo.

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Señales de que el barco se hunde -

Si crees que tu relación kármica está a punto de acabar, hay ciertas señales que lo confirman.

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Menor interés -

En primer lugar, puede que tu pareja empiece a dedicarle más tiempo a su vida personal que a vuestra relación (o amistad, si se trata de un amigo).

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Más momentos malos que buenos -

Tras la fase de luna de miel, puede que los momentos malos pasen a ser la norma y los buenos la excepción. Por lo tanto, las discusiones se vuelven más frecuentes.

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Cansancio -

Estos altibajos también pueden hacer que te sientas extremadamente cansado. En última instancia, esto es lo que hace que las relaciones kármicas se vayan a pique.

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La gota que colma el vaso -

Siendo realistas, nadie es capaz de tolerar semejante nivel de conflicto a largo plazo. Por lo tanto, tarde o temprano, una discusión acaba por ser la última.

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Cómo poner fin a una relación kármica -

Si quieres poner fin a tu relación kármica, hay ciertas estrategias que puedes poner en práctica. En primer lugar, comunícale a la otra persona con claridad qué es lo que toleras y lo que no.

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Poner límites (y reforzarlos) -

Para poner límites y reforzarlos, puede que necesites cortar el contacto con tu amigo o pareja, p. ej. borrando su teléfono o bloqueándolo en redes sociales.

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Trazar un plan -

Lo siguiente es trazar un plan de ruptura. Piensa en qué vas a invertir tu tiempo y en cómo vas a trabajar en ti mismo cuando la relación llegue a su fin.

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Daños colaterales -

Ten en cuenta otros aspectos prácticos como encontrar un nuevo lugar en el que vivir si actualmente compartís casa.

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Red de contactos -

También es importante que te apoyes en tus amigos y familiares para poder sobrellevar mejor la ruptura y emprender el camino hacia la recuperación.

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Cero negatividad -

Eso sí, déjales claro que no deben hablar mal de esa persona, ya que esto puede hacer que te pongas a la defensiva y que te cueste más superar la ruptura.

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Recuperación -

Ten en cuenta que recuperarse de una relación kármica es algo que requiere tiempo y mucho trabajo. Sé amable contigo mismo durante el proceso.

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Autocuidado -

Dedica tiempo a actividades de autocuidado y establece una rutina saludable que te ayude a volver a la normalidad.

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¿Por el bien mayor? -

Algunas personas creen que, a pesar de las dificultades, ambas partes pueden aprender algo y salir de la relación siendo mejores.

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Es lo mejor -

Tanto si tú también lo crees como si no, lo cierto es que las relaciones kármicas son tóxicas y al final lo mejor es que cada uno siga su camino.

Fuentes: (Forbes)

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